Unos minutos con Dios.
Memoria de San Antonio, abad
Este ilustre padre del monaquismo nació en Egipto hacia el año 250. Al morir sus padres, obediente a la palabra de Cristo «si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y luego vente conmigo», distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró al desierto, donde comenzó a llevar una vida de penitencia. Tuvo muchos discípulos y se convirtió en abad de una comunidad; trabajó en favor de la Iglesia, confortando a los confesores de la fe durante la persecución de Diocleciano y apoyando a san Atanasio en sus luchas contra los arrianos. Murió en el año 356.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Marcos 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y ponte allí en medio".
Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?" Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: "Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del partido de Herodes, para matar a Jesús.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…….
Gracias Señor por darme la oportunidad de hacerle el bien a mis hermanos, principalmente a los que lo necesitan. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: ‹‹Gracias Señor por darme la oportunidad de hacerle el bien a mis hermanos, principalmente a los que lo necesitan. ›› Amén
Dios, Padre nuestro,
yo te ofrezco toda mi jornada,
mis oraciones, pensamientos,
afectos y deseos, palabras, obras, alegrías y sufrimientos, en unión
con el Corazón de tu Hijo Jesucristo que sigue ofreciéndose a Ti
en la Eucaristía
para la salvación del mundo.
Que el Espíritu Santo, que guió a Jesús,
sea mi guía y mi fuerza en este día
para que pueda ser
testigo de tu amor.
Con María,
la madre del Señor y de la Iglesia,
pido especialmente
por las intenciones del Papa
y de nuestros obispos para este mes. Amén.
Reflexión
En este evangelio, Jesús se encuentra con un hombre, que tiene una mano paralizada en el día de reposo, el sábado. Jesús desafía la mentalidad de los que se oponen para que lo sane. Nos enseña con esto, que la misericordia y el amor están por encima de las normas y reglas externas.
Jesús nos invita en este evangelio, que todas nuestras acciones que hagamos a los demás, refleje a Dios en el mundo.
Hoy te pregunto ¿Has estado presente en la necesidad de un enfermo para ayudarle?
Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.
Germarina Mujica