Unos minutos con Dios
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Mateo19, 13-15
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase por ellos. Los discípulos regañaron a la gente; pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos". Después les impuso las manos y continuó su camino.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor Jesús, la gran felicidad de me vida es poner toda mi confianza en ti como un niño. Deseo dirigirme a ti en una oración dócil y humilde. Una oración abierta y confiada, como la de un niño que busca el abrazo de su padre amoroso. Concédeme saber escucharte y recibir tu Reino con sencillez y en absoluta confianza.
Dame valor para poder renunciar a todo lo que me aparte de Ti y a aceptar con docilidad y cariño lo que dispongas en mi camino. Que mi voz siempre opte por clamar por la justicia y protección de nuestros pequeños. Desde el vientre de sus madres hasta la adolescencia, defendiendo la pureza, la vida y la dignidad del ser humano. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Te doy gracias, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.» Mateo 11, 25
Memorare
Acordaos,
oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu asistencia
y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza,
a ti también acudo, oh Madre,
Virgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo
bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas
y acógelas benignamente. Amén