Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Juan 11, 19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a Ma¬ría para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas".
Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta respondió: "Ya sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo"
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…
Señor, son muchas las veces que, frente a las dificultades de la vida, mi fe vacila y me dejo absorber por las mil cosas que debo hacer para huir de la desilusión y del vacío interior.
Muchas veces, siento la tentación de esconder mis miedos construyéndome una fe a mi medida, adherido rígidamente a principios que considero indiscutibles y que quisiera resguardar de cualquier turbación.
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: “Sé que todo lo que pidas a Dios él te !o concederá" ( Jn 11,22).
Toma, Señor, y recibe toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad.
Todo mi haber y mi poseer, Vos me lo diste,
a Vos, Señor, lo torno. Todo es tuyo.
Disponelo a tu vuestra voluntad,
dame tu amor y gracia que ésta me basta.