May 15, 2022
Unos minutos con Dios
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:Evangelio según San Juan 13, 31-33a, 34-35
Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús dijo: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará. Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor reconocerán todos que ustedes son mis discípulos’’. Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia …… Que se amen los unos a los otros. (Juan 13, 35) Lo que Jesús estaba diciendo parece sencillo: Ser amable, cuidar de otras personas, quizá dar algo de dinero a los pobres. Pero, repasemos el contexto de este mandamiento. Jesús acababa de lavar los pies de sus discípulos, y Judas se había retirado en su misión de traicionarlo. Jesús sabía que no estaría con sus amigos mucho tiempo más. Así que cuando le dijo a sus discípulos que se amaran unos a otros como él los había amado, los estaba llamando a amar de una forma que reflejara su propio amor, que es desinteresado y sacrificado, un amor que fluye del amor incondicional de Dios por cada persona en la tierra. Esta forma de amar apartaría a los seguidores de Jesús porque es muy diferente de la forma en que la mayoría de las personas piensan del amor. El amor de Jesús lavó los pies de su traidor, perdonó a aquellos que lo clavaron a la cruz, cruzó líneas culturales para abrazar a samaritanos y gentiles y se extendió a los marginados y los rivales políticos. Es la clase de amor que conquistó gente en el primer siglo: Ellos vieron a los creyentes cuidar de los marginados como las viudas y los huérfanos y poniendo todas sus posesiones en común. Pero también ha ganado gente a lo largo de la historia: Personas que vieron a los cristianos cuidando de las víctimas de la plaga en la Edad Media, creyentes arriesgando su seguridad para esconder judíos durante la Segunda Guerra Mundial y más recientemente a San Juan Pablo II perdonando al hombre que le disparó. El asombro de ver santos que amaron de esta forma puede hacerte pensar que es imposible para ti, pero este llamado a amar no es solamente para los santos. Jesús ha impactado tu vida y habita en tu corazón, así como sucedió con ellos. ¿Cómo lo hicieron? Experimentaron el amor de Jesús de primera mano, y cambiaron la forma en que amaron a las personas que los rodearon. Lo mismo puede sucederte a ti. “Amado Jesús, te pido que me enseñes a amar como tú amas.” Amén (Extracto de LPEN) Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Que se amen los unos a los otros.» (Juan 13,35)Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro: disponed de ello según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.