March 19, 2021
Unos minutos con Dios
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Evangelio Mateo 1, 16. 18-21. 24 Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. Oración, dedica unos minutos a tener un dialogo espontaneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia… Señor, que yo pueda aprender a ser como San José, que escuchó tu voz y aceptó tu voluntad con obediencia y alegría. Que su ejemplo me ayude a ser un esposo fiel, un padre dedicado y un ejemplo de fe para mi familia. Quiero seguir el modelo de la Sagrada Familia y formarme en sus virtudes. De ese modo lograré hacer de mi hogar una iglesia doméstica, donde los míos y yo, vivamos para servirte con rectitud y fervor; todos los días de nuestras vidas. Amén Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.» (Salmo 88) Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.Para la Lectura Espiritual
A José le fue revelada la voluntad de Dios durante el descanso. En este momento de descanso en el Señor, cuando nos detenemos de nuestras muchas obligaciones y actividades diarias, Dios también nos habla. Él nos habla en la lectura que acabamos de escuchar, en nuestra oración y testimonio, y en el silencio de nuestro corazón. […] Descansar en el Señor. El descanso es necesario para la salud de nuestras mentes y cuerpos, aunque a menudo es muy difícil de lograr debido a las numerosas obligaciones que recaen sobre nosotros. Pero el descanso es también esencial para nuestra salud espiritual, para que podamos escuchar la voz de Dios y entender lo que él nos pide. José́ fue elegido por Dios para ser el padre putativo de Jesús y el esposo de María. Como cristianos, también ustedes están llamados, al igual que José́, a construir un hogar para Jesús. Le preparan un hogar en sus corazones, sus familias, sus parroquias y comunidades. Para oír y aceptar la llamada de Dios, y preparar una casa para Jesús, deben ser capaces de descansar en el Señor. Deben dedicar tiempo cada día para descansar en Dios, a la oración. Rezar es descansar en Dios. Es posible que me digan: Santo Padre, yo quiero orar, pero tengo mucho trabajo. Sí. Tengo que cuidar de mis hijos; además están las tareas del hogar; estoy muy cansado incluso para dormir bien. Y seguramente es así́, pero si no oramos, no conoceremos la cosa más importante de todas: la voluntad de Dios sobre nosotros. Y a pesar de toda nuestra actividad y ajetreo, sin la oración, lograremos muy poco. Descansar en la oración es especialmente importante para las familias. Donde primero aprendemos a orar es en la familia. Y no lo olvidéis, cuando la familia reza unida, permanece unida. Esto es importante. Allí́ conseguimos conocer a Dios, crecer como hombres y mujeres de fe, vernos como miembros de la gran familia de Dios, la Iglesia. Papa Francisco a las familias, 16 de enero de 2015