September 27, 2018
Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Eclesiastés 1, 2-11 Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. ¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos en la tierra? Pasa una generación y viene otra, pero la tierra permanece siempre. El sol sale y se pone; corre y llega a su lugar, de dónde vuelve a salir. Sopla el viento hacia el sur y gira luego hacia el norte, y dando vueltas y más vueltas, vuelve siempre a girar. Todos los ríos van al mar, pero el mar nunca se llena; regresan al punto de donde vinieron y de nuevo vuelven a correr. Todo es difícil de entender: no deja el hombre de cavilar, no se cansan los ojos de ver ni los oídos de oír. Lo que antes existió, eso volverá a existir. Lo que antes se hizo, eso se volverá a hacer. No hay nada nuevo bajo el sol. Si de alguna cosa dicen: "Mira, esto sí es nuevo", aun esa cosa existió ya en los siglos anteriores a nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores. Salmo 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17- Tu eres, Señor, nuestro refugio. Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un dia que ya pasó; como una breve noche R Tu eres, Señor, nuestro refugio. Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba. que despunta y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. R. Tu eres, Señor, nuestro refugio. Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R. Tu eres, Señor, nuestro refugio. Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda.. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras. R. Tu eres, Señor, nuestro refugio.
Padre nuestro, que estas en el cielo,
santificado sea tu Nombre; venga nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.