Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Marcos 10, 1-12
En aquel tiempo, se fue Jesús al territorio de Judea y Transjordania, y de nuevo se le fue acercando la gente; él los estuvo enseñando, como era su costumbre. Se acercaron también unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?"
Él les respondió: "¿Qué les prescribió Moisés?" Ellos contestaron: "Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús les dijo: "Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: "Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio".
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor Jesús, te damos gracias por la unión que forman el hombre y la mujer ante el matrimonio y la familia. Tu creación es perfecta y somos llamados a vivir en compañía para así compartir la felicidad con nuestro conjugue que nos complementa y nos ayuda a caminar en el camino hacia la santidad.
No nos has creado para vivir en la tristeza y soledad-- sino para vivir una única y extraordinaria experiencia de amor, adonde nos sentimos amado y nos otorgas el gran regalo de los hijos. ¡Gracias Señor!
Perdónanos, por las veces que hemos menospreciado ese regalo. Permítenos restaurar cualquier falta que hayamos tenido y ayúdanos a amar, a cuidar y a proteger a nuestro matrimonio y nuestra familia.
Elevamos nuestras peticiones a nuestra Madre celestial para que proteja nuestro hogares y matrimonios de las asechanzas del demonio y ponemos a todos los matrimonios de nuestra familia y nuestra comunidad bajo la protección divina de nuestra madre María. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Tu palabra, Señor, es la verdad: santifícanos en la verdad.» Juan 17,17
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro: disponed de ello según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.