Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangeli0 según San Mateo 9,27-31
Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: “¡Hijo de David, compadécete de nosotros!” Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: “¿Creen que puedo hacerlo?” Ellos le contestaron: “Sí, Señor”. Entonces les tocó los ojos, diciendo: “Que se haga en ustedes conforme a su fe”. Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: “Que nadie lo sepa”. Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Ven, tú que anhelas mi pobre alma y mi alma te desea. Ven, oh Solo, del que está solo; porque, como ves, estoy solo. Te doy gracias, porque eres para mí un día sin atardecer, un sol sin ocaso...La luz ha vuelto a resplandecer para mí. La contemplo en claridad. Abre una vez más el cielo, disipa una vez más la noche. Una vez más descubre todo. Una vez más es contemplada ella sola. Y el que está sobre todo cielo, al que ninguno de los hombres ha visto jamás, éste se concentra una vez más en mi espíritu, en mí, en el cogollo de mi corazón -¡oh misterio sublime!- la luz desciende y me levanta sobre todo...En verdad, estoy aquí donde está la luz, sola y sencilla, y renazco a la inocencia contemplándola, sencillamente (SCDE)
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Ten piedad de nosotros, Hijo de David. Mateo 9,27» Amén
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.
Reflexión
Cuando los santos marchen
cuando los santos marchen
oh Señor, me iré yo con ellos
cuando los santos marchen
Cuando el sol no brille ya,
cuando el son no brille ya,
oh, Señor, me iré yo con ellos,
cuando el sol no brille ya.
Cuando la luna se extinga,
cuando la luna se extinga,
oh Señor, me iré yo con ellos,
cuando la luna se extinga.
Y las estrellas se borrarán,
las estrellas se borrarán,
oh Señor, me iré yo con ellos,
y las estrellas se borrarán.
Cuando el Señor los premie,
cuando el Señor los premie,
oh Señor, me iré yo con ellos.
cuando el Señor los premie.
Y un día tú los juzgarás,
y un día tú los juzgarás,
oh Señor, me iré yo con ellos,
y un día tú los juzgarás.