March 9, 2019


Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Libro de Isaías 58, 9-14 Esto dice el Señor: "Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te dará reposo permanente; en el desierto saciará tu hambre y dará vigor a tu cuerpo; serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas aguas no se agotan. Construirás sobre tus viejas ruinas y edificarás sobre cimientos muy antiguos; te llamarán reparador de brechas y restaurador de hogares derruidos. Si detienes tus pasos para no violar el sábado y no tratas tus negocios en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te haré gustar la herencia de tu padre Jacob''. Salmo 85, 1-2. 3-4. 5-6 R. Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos. Presta, Señor, oídos mi súplica, pues soy un pobre, lleno desdichas. Protégeme, Señor, porque tu amo; salva a tu servidor, que en ti confía. R. Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos. Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el día, y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo tuyo de alegría. R. Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos. Puesto que eres, Señor, bueno y clemente, y todo amor con quien tu nombre invoca, escucha mi oración y a mi súplica da repuesta pronta. R. Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos. Evangelio según San Lucas 5, 27-32 En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su despacho de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su casa un gran banquete en honor de Jesús, y estaban a la mesa, con ellos, un gran número de publicanos y otras personas. Los fariseos y los escribas criticaban por eso a los discípulos, diciéndoles: "¿Por qué comen y beben con publicanos y pecadores?" Jesús les respondió: "No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan". Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…….. Dios nuestro, comienzo mi día poniéndome en tu presencia ayúdame a acoger tu Palabra y convertirla en vida. “Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.” Tu Palabra me invita hoy a la renuncia, a la renuncia del “yo”, del yo egoísta, a la renuncia de no poner mis intereses por arriba de los demás y no solo mirar, sino a atender sus necesidades y aun así, como soy, en la condiciones que me encuentro, puedo oír tu voz que me dice “Sígueme” Seguirte significa dejarlo todo, significa libertad. ¡Libertad!, de todo lo que me tiene sujetado a un mudo que se corrompe y me aleja de ti. “Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.”Amén Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «"Sígueme". Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.» (Lc.5,27-28). AménAlma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.
Para la Lectura Espiritual
Dejándolo todo, se levantó y le siguió
San Cirilo de Jerusalén
Sois ya discípulos de la Nueva Alianza y partícipes de los misterios de Cristo, ahora por vocación, pero dentro de poco también como un don. Habiendo entrado por un camino ancho y hermoso, recorred cautelosamente la senda de la piedad. Pues el Unigénito de Dios está plenamente dispuesto para vuestra redención y señala: Venid, todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Los que lleváis el pernicioso vestido de vuestras ofensas y estáis oprimidos por las cadenas de vuestros pecados, escuchad la voz del profeta que dice: Lavaos, purificaos, quitad de delante de mis ojos las maldades de vuestra alma. Si alguno es ahora esclavo del pecado, prepárese mediante la fe para la regeneración liberadora de la adopción filial. Y abandonada la funesta servidumbre de los pecados, una vez dedicado al dulce servicio del Señor, será juzgado digno de disfrutar la herencia del reino celestial. Desvestíos por medio de la confesión del hombre viejo, que se corrompe por las concupiscencias del error, para revestiros del hombre nuevo, que se renueva por el conocimiento de aquel que lo creó. Recibid por la fe las arras del Espíritu para que podáis ser recibidos en las moradas eternas. Acercaos a recibir el sello espiritual para que podáis ser reconocidos por vuestro dueño.