October 5, 2019

Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Libro de Baruc 4,5-12.27-29. "¡Ánimo!, pueblo mío, tú que llevas el nombre de Israel. Ustedes fueron vendidos a los paganos, pero no para ser destruidos; por haber provocado la ira de Dios fueron entregados a sus enemigos. Provocaron la indignación de su Creador, ofreciendo sacrificios a los ídolos y no a Dios; han olvidado al Dios eterno, que los alimentó, y han entristecido a Jerusalén, que los crió. Cuando Jerusalén vio venir sobre ustedes la ira de Dios, dijo: 'Escuchen, ciudades vecinas de Sión: Dios ha mandado sobre mí una gran desgracia: he visto que desterraban a mi pueblo, a mis hijos e hijas, por orden del Eterno. Yo los había criado con júbilo y los he dejado partir con llanto. Que nadie vuelva a alegrarse conmigo, porque soy viuda y estoy abandonada. Por los pecados de mis hijos me encuentro sola, pues se apartaron de la ley de Dios'. Pero tengan ánimo, hijos míos, e invoquen al Señor, porque el que les envió estas desgracias se acordará de ustedes. Así como un día se empeñaron en alejarse de Dios, así vuélvanse ahora a él y búsquenlo con mucho mayor empeño, pues el que les mandó todas estas desgracias les dará también con su salvación la eterna alegría". Salmo 68, 33-35. 36-37 R. El Señor jamás desoye al pobre. Se alegarán al ver al Señor los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado. R. El Señor jamás desoye al pobre. Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá a Judá; la heredarán los hijos de sus siervos, quienes aman a Dios la habitarán. R. El Señor jamás desoye al pobre. Evangelio según San Lucas 10,17-24. En aquel tiempo, los setenta y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre". Él les contestó: "Vi a Satanás caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar
Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.
Para la Lectura Espiritual Tres pecados en contra de la misión
De este modo, el Pontífice describió en concreto tres pecados en contra de la misión: 1. “Cuando, quejumbrosos, seguimos diciendo que todo va mal, en el mundo y en la Iglesia”. 2. “Cuando somos esclavos de los miedos que inmovilizan y nos dejamos paralizar del ‘siempre se ha hecho así’”. 3. “Cuando vivimos la vida como un peso y no como un don; cuando en el centro estamos nosotros con nuestros problemas, y no nuestros hermanos y hermanas que esperan ser amados”. En este sentido, el Papa Francisco recordó que “Dios ama al que da con alegría” y explicó que el Señor “ama una Iglesia en salida. Si no está en salida no es Iglesia”. “Una Iglesia en salida, misionera, es una Iglesia que no pierde el tiempo en llorar por las cosas que no funcionan, por los fieles que ya no tiene, por los valores de antaño que ya no están. Una Iglesia que no busca oasis protegidos para estar tranquila; sino que solo desea ser sal de la tierra y fermento para el mundo. Sabe que esta es su fuerza, la misma de Jesús: no la relevancia social o institucional, sino el amor humilde y gratuito”, dijo el Papa.