Sábado de la primer semana del tiempo ordinario

January 19, 2019

Unos minutos con Dios.

Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Hebreos  4, 12-16 Hermanos: La palabra de Dios es viva, eficaz y más penetrante que una espada de dos filos. Llega hasta lo más íntimo del alma, hasta la médula de los huesos y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. Toda creatura es transparente para ella. Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas. Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos, por lo tanto, con plena confianza, al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno. Salmo 18, 8. 9. 10. 15 R. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna. La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna. En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna. La voluntad del Señor es santa Y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna. Que te sean gratas las palabras de mi boca, y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna. Marcos  2, 13-17 En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la muchedumbre lo seguía y él les hablaba. Al pasar, vio a Leví (Mateo), el hijo de Alfeo, sentado en el banco de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jesús y sus discípulos, porque eran muchos los que lo seguían. Entonces unos escribas de la secta de los fariseos, viéndolo comer con los pecadores y publicanos, preguntaron a sus discípulos: “¿Por qué su maestro come y bebe en compañía de publicanos y pecadores?” Habiendo oído esto, Jesús les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores”. Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…….. Señor, Dios de verdad, ilumina nuestros corazones con tu Palabra. Penetra las profundidades de nuestro ser para acabar con la mentira que no queremos rechazar. No nos resulta fácil reconocernos y mostrarnos tal como somos: pecadores, enfermos en el espíritu. Cristo, Dios de misericordia, pasa hoy por nuestra vida y míranos: sentados, atados a nuestros mezquinos intereses, no somos capaces de levantarnos e ir a ti si tú no nos llamas. Señor, Dios de libertad, arráncanos de las insidias del Mal. Ven a compartir la mesa de nuestra vida cotidiana y danos plena confianza: gracias a tu perenne intercesión ante el trono de Dios, nos sentaremos un día junto a ti en el banquete eterno. Fiesta de pecadores perdonados, jolgorio del Amor que salva.  Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra.  <<Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.>> (Marcos 2, 17)    

 Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

     

     Memoria de San Antonio Abad

Cada 17 de enero se celebra la Fiesta de San Antonio Abad, ilustre padre de los monjes cristianos y modelo de espiritualidad ascética. San Antonio, cuyo nombre significa “floreciente”, nació en Egipto por el año 250 de padres campesinos y acaudalados. En una Misa resonaron en él estas palabras de Jesús: “si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres”. Cuando murieron sus padres cuando tenía unos 20 años, repartió sus bienes entre los pobres y se fue a hacer penitencia al desierto. Allí hizo vida de ermitaño y más adelante vivió junto a un cementerio, reflexionando en este tiempo sobre la vida de Jesús que venció a la muerte.   “Oraba con mucha frecuencia, ya que había aprendido que es necesario retirarse para ser constantes en orar: En efecto, ponía tanta atención en la lectura, que retenía todo lo que había leído, hasta tal punto que llegó un momento en que su memoria suplía los libros” San Antonio Abad partió a la Casa del Padre hacia el 356, en el monte Colzim, próximo al Mar Rojo.

Latest Posts

Lunes de la VII semana de Pascua

"¿De veras creen?
June 2, 2025

Solemnidad de la Ascensión del Señor

"la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados."
June 1, 2025

Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María

¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?
May 31, 2025

Viernes de la VI semana de Pascua

"pero su tristeza se transformará en alegría."
May 30, 2025

Jueves de la VI semana de Pascua

‘Me voy al Padre’
May 29, 2025
Subscribe to Blog
  •  
  • 1 of 606
Designed & Powered by On Fire Media |