
Unos minutos con Dios
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Salmo 16, 1. 5-6. 8b y 15
R. (15b) Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
Señor, hazme justicia
y a mi clamor atiende;
presta oído a mi súplica,
pues mis labios no mienten.
R. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes,
no tembló mi pisada.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes.
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras.
R. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos,
bajo la sombra de tus alas escóndeme,
Pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro
y al despertarme, espero saciarme de tu vista.
R. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor, en la quietud de este momento te pido: Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
Tú, que eres mi refugio seguro, guarda mis pasos en el camino de la vida; que mi pie no titube — como dice el salmista, “mis pies no temblaron” — y que cada paso sea firme en tu presencia.
Escucha mi clamor, porque mis labios no mienten; en la confianza de mi corazón elevo mi voz a Ti, sabiendo que respondes al que te llama. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas, como a las niñas que cuidas con ternura, y protégeme de todo temor.
Que, al despertar, al contemplar tu rostro, mi alma se sacie de tu vista y mi vida se llene de la paz que sólo tú puedes dar. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «”Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.”» Amén
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén



