Miércoles de la XXIV semana del Tiempo ordinario

Unos minutos con Dios.

Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:

Evangelio según San Lucas 7, 31-35

En aquel tiempo, Jesús dijo: "¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros:

'Tocamos la flauta y no han bailado,
cantamos canciones tristes y no han llorado'.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: 'Ese está endemoniado'.

Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen".

Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…

Concédenos, Señor Jesús, que tu espíritu nos conceda reconocer en las personas que son tus testigos de nuestros días, tus huellas de vida y que tú eres el Hijo de Dios vivo.

Tu Gracia bendita nos ayude y nos conceda tu sabiduría, así podamos dar testimonio de la firmeza de tu Palabra. Amén

Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.

Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra:  ‹‹"La sabiduría ha quedado acreditada por todos los que son sabios"›› Amén (Lc 7,35).

 Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.