
Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Lectura Según el Evangelio de San Lucas 6, 20-26
En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les dijo:
"Dichosos ustedes los pobres,
porque de ustedes es el Reino de Dios.
Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre,
porque serán saciados.
Dichosos ustedes los que lloran ahora,
porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos,
porque ya tienen ahora su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora,
porque después tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ríen ahora,
porque llorarán de pena!
¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe,
porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!''
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor Jesús, gracias por este momento de oración. Que alegría poder experimentar tu presencia. Ilumina mi oración para crecer en mi fe y saber escogerte siempre a Ti. Perdóname por las veces que te he fallado. Perdona mi debilidad, cualquier culto al dinero, a las cosas materiales o ídolos que he creado en la mentira y la falsedad.
Ayúdame a ver tu rostro en los que sufren, los pobres o débiles de la sociedad. Quiero que me utilices como instrumento para llevar a ellos el amor tuyo. Te pido por todos los hombres que pasan hambre, para que descubran en tu Palabra la fuerza que los conforte y encuentren hermanos que sacien su necesidad. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue, no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» Jn 8,12
Toma , Señor y recibe toda mi libertad,
mi memoria, mi inteligencia
mi voluntad; todo lo que poseo
Tú me lo diste, y a Ti, Señor, te lo entrego.
Todo es tuyo, dispone de todo
según tu voluntad:
dame sólo tu amor y tu gracia;
con eso me basta. Amén