Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Mateo 13, 1-9
Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas y les dijo:
"Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta.El que tenga oídos, que oiga".
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia……..
Me conmueve, Señor, tu ternura conmigo, la confianza que me demuestras y con la que me acompañas desde el primer momento en que empecé a existir. Me vienen a la mente las palabras del salmista: "Tú conoces lo profundo de mi ser, nada mío te era desconocido cuando me iba formando en lo oculto y tejiendo en las honduras de la tierra" (Sal 139,14-15). Gracias, Señor, por tanta atención: ése es tu estilo, tu modo de obrar. Ayúdame a no olvidarlo cuando, frente a ciertos acontecimientos de la vida, reacciono denunciando tu ausencia o incluso sintiéndote hostil.
Me tienes en tanta estima que me has llamado para colaborar contigo. Me confías lo más precioso que tienes, la Palabra, que está al comienzo de todo: de la creación, de la redención, de la santificación. Perdóname, te lo ruego, la superficialidad con que me pongo ante tu don y ante la misión que me propones. Perdóname las incertidumbres y las resistencias. Éstas expresan que vivo más replegado en mí mismo que "capturado" en mi corazón por la gran benevolencia que me muestras. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: ‹‹El que tenga oídos, que oiga››Amén
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén