
Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Primera Lectura 2 Corintios 9, 6-11
Hermanos: Recuerden que el que poco siembra, cosecha poco, y el que mucho siembra, cosecha mucho. Cada cual dé lo que su corazón le diga y no de mala gana ni por compromiso, pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario, puedan participar generosamente en toda obra buena. Como dice la Escritura: Repartió a manos llenas a los pobres; su justicia permanece eternamente.
Dios, que proporciona la semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia. Serán ustedes ricos en todo para ser generosos en todo; y su generosidad, por medio de nosotros, se convertirá ante Dios en su acción de gracias.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor Dios, Padre de toda bondad, te damos gracias por tu Palabra que nos recuerda hoy la verdad profunda de la siembra y la cosecha. Tú nos invitas a dar no por obligación, sino con un corazón alegre y generoso, sabiendo que tú amas a quien da con gozo. Te pedimos que inspires en nosotros esa verdadera caridad, para que cada vez que ofrezcamos de nuestros dones –sea tiempo, talento o bienes materiales– lo hagamos con un espíritu de amor genuino, sin buscar reconocimientos humanos, sino movidos por el deseo de agradarte y de extender tu Reino.
Reconocemos, Padre amoroso, que tú eres poderoso para colmarnos de toda clase de favores. Te suplicamos que nos sigas proveyendo con abundancia de todo lo necesario, no para nuestra acumulación personal, sino para que podamos ser instrumentos de tu generosidad en el mundo. Que nuestra liberalidad se multiplique y se convierta en frutos de justicia para los más necesitados, y que a través de ella, se eleve hacia ti una constante acción de gracias. Que seamos siempre ricos en todo para ser generosos en todo, glorificando tu nombre con cada acto de amor desinteresado. Amén.
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «“Recuerden que el que poco siembra, cosecha poco, y el que mucho siembra, cosecha mucho.”» Amén
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén