December 9, 2020

Unos minutos con Dios
Empezamos la oración de la mañana: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios. Si es necesario, léala de nuevo usando tu propia Biblia:Salmo 102, 1-2. 3-4. 8 y 10
Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía,
y no olvides de sus beneficios.
Bendice al Señor, alma mía.
El perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida del sepulcro,
y te colma de amor y de ternura.
Bendice al Señor, alma mía.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento para enojarse y generoso para perdonar.
No nos trata como merecen nuestras culpas,
ni nos paga según nuestros pecados.
Bendice al Señor, alma mía.
Oración: dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo de corazón a Corazón; intercede por tu familia…
Oh Dios, bendito y generoso, cuando me alegé de ti, y fui a llenarme del fango del pecado, Tú fuiste a buscarme, yo, la oveja perdida y me encontraste. Me abrazaste, me dijiste que me amabas y me perdonaste. Oh Dios, cómo no alabar tu bendito nombre.
Hoy, Señor mío y Dios mío, has puesto un cántico nuevo en mi boca, que el resto de mis dias mi corazón te alabe, te bendiga, te adore y te de gracias mi Señor y salvador de mi vida.Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio, deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Bendice al Señor, alma mía.» (Salmo 102, 1).
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.
Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.
Para Lectura Espiritual
Canto de acción de gracias a la bondad y la fidelidad de Dios, quien perdona a sus fieles y los colma de beneficios.