Memoria de Santas Marta, María y Lázaro

"El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre."
July 29, 2023
San Juan 11 19 27

Unos minutos con Dios.

 

Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:

 

Evangelio según San Juan 11, 19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas".

Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta respondió: "Ya sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo".

 

Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……

Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías. (Juan 11, 27)

“Dios nos hizo una familia, nos necesitamos unos a otros. Nos amamos unos a otros y nos perdonamos unos a otros… Juntos servimos a nuestro Dios. Juntos esperamos el cielo. Estos son nuestros ideales y nuestras esperanzas. Ayúdanos a alcanzarlos, oh Dios, por Jesucristo nuestro Señor.”

Esta popular oración nos recuerda que cada familia tiene una vocación. Aun cuando una familia está compuesta de individuos que son completamente diferentes, están llamados a amarse y ayudarse a crecer en santidad. Lo que es más, cuando las familias unen sus fortalezas y debilidades individuales, encuentran que pueden servir a Dios en una forma que es única para su propia familia.

 

Hoy celebramos a una familia que sirvió al Señor a su propia manera: Los santos hermanos Marta, María y Lázaro. Esta familia, compuesta de individuos claramente diferentes, abrió su hogar y su corazón a Jesús. Los Evangelios nos dicen que enfrentaron las mismas luchas que enfrentamos muchos de nosotros: Llevarse bien los unos con los otros, enfrentar la muerte de un ser querido y esforzarse por creer en el Señor (Lucas 10, 38-42; Juan 11, 17-19. 32-26). Los Evangelios también nos dicen que Jesús amó a esta familia, a pesar de sus debilidades individuales.

 

La vida familiar no siempre es un cuadro perfecto, pero si toda la familia se esfuerza por unirse en fe, a pesar de sus diferencias, cada miembro puede crecer en amor, tanto por el Señor y por los demás. Sabemos que a veces es difícil que todos los miembros de una misma familia estén en la misma sintonía, pero Dios puede aprovechar incluso el esfuerzo más vacilante y bendecirlo. Aun si todo lo que hacen es recitar la oración familiar que se encuentra al principio, ten la seguridad de que es un buen inicio.

 

Aprovechemos la fiesta de hoy como una oportunidad para rezar por todas las familias, incluyendo la nuestra. Que todos podamos dar pasos para acercarnos los unos a los otros. ¡Que también podamos acercarnos juntos al Señor! Y lo que es más importante, que podamos recibir a Jesús en nuestro hogar e invitarlo a vivir con nosotros, así como lo hicieron Marta, María y Lázaro.

 

“Señor, quédate con todas las familia y ayúdalas a aceptar la invitación que les has hecho, te lo ruego.”

 

Amén (Extracto de TWAU)

 

Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.

 

Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida.»   Juan 8, 12

 

Acordaos

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. ¡Oh Madre de Dios!, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
R: Amén.

 

¡Oren por Kerygma Comunidad Misionera Evangelizadora! ¡Que Dios nos mantenga a todos los misioneros, fieles a la misión encomendada!

 

Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.

Latest Posts

Viernes de la IV semana del Tiempo ordinario

"El Señor es mi luz y mi salvación."
February 7, 2025

Memoria de San Pablo Miki, presbítero y mártir, y compañeros, mártires

"los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos."
February 6, 2025

Memoria de Santa Águeda, virgen y mártir

¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros?
February 5, 2025

Martes de la IV semana del tiempo ordinario

“Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad”.
February 4, 2025

Lunes de la IV semana del Tiempo ordinario

“¿Qué quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo?”
February 3, 2025
Subscribe to Blog
Designed & Powered by On Fire Media |