Unos minutos con Dios.
Memoria de santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que entró aún muy joven en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Lisieux, llegando a ser maestra de santidad en Cristo por su inocencia y simplicidad. Enseñó el camino de la perfección cristiana por medio de la infancia espiritual, demostrando una mística solicitud en bien de las almas y del incremento de la Iglesia, y terminó su vida a los veinticinco años de edad, el día treinta de septiembre.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Lucas 9, 51-56
Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque supieron que iba a Jerusalén. Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron: "Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos?"
Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después se fueron a otra aldea.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor y Padre mío, que fácilmente juzgo a los demás en vez de estar alerta a mi propio comportamiento, quiero recibirte hoy en mi corazón.
¡Qué grande es tu amor por mí! ¡Cuánto me falta para para alcanzar tu santidad!
¡Ven Señor Jesús! Transforma mi debilidad en fuerza de amor. Ayúdame a extender a otros ese ‘perdón sincero’ del que nos hablas en las lecturas de hoy, para que ayudada de tu Espíritu Santo y al igual que tus apóstoles, ayude yo a prepararle el camino y contribuir a una sociedad y un mundo mejor.
Perdono hoy a aquel que me ha ofendido y te entrego mi sufrimiento. Jesús, quiero recibirte en mi interior con apertura, humildad y sencillez. Me arrodillo ante Ti y te digo que acepto tu Reino.
Quiero configurar mi vida con tu Evangelio para hace todo con amor y por amor a ti. Gracia por tu divina protección que me rodea de personas santas que me ayudan en mi diario caminar.
¡Bendito seas Señor! Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón.» Mt 11,29
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.