Unos minutos con Dios
Santa Isabel Ana Seton
Isabel Ana Seton Bayley, SC, fue la primera ciudadana nacida en los Estados Unidos en ser canonizada (14 de septiembre de 1975). Se casó a los 19 años con William Magee Seton. Tuvieron cinco hijos (dos hijos y tres hijas) antes de que William muriera en diciembre de 1803. Fundó la primera escuela católica de la nación, en Emmitsburg, Maryland, donde fundó la primera congregación americana de religiosas, las Hermanas de la Caridad.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Juan 1, 35-42
En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba, dijo: “Éste es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos, al oír estas palabras, siguieron a Jesús. Él se volvió hacia ellos, y viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué buscan?” Ellos le contestaron: “¿Dónde vives, Rabí?” (Rabí significa ‘maestro’). Él les dijo: “Vengan a ver”. Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés, fue a su hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías” (que quiere decir ‘el Ungido’). Lo llevó a donde estaba Jesús y éste, fijando en él la mirada, le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás” (que significa Pedro, es decir, ‘roca’).
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…….
Señor Jesús; he pasado la mayor parte de mi vida buscando, luchando, sufriendo, esforzándome y no creo que he encontrado mucho. Hoy escucho tu Palabra que me interpela y me dice: ¿Qué buscas?
Hoy te confieso que te busco a ti Jesús, que te necesito a ti, entra en mi corazón, en mi vida, en mi alma. Dale significado a la búsqueda de toda mi vida, dame las fuerzas para seguir luchando contra el demonio, el mundo y la carne. Necesito tu fuerza y tu fortaleza interior para soportar todo sufrimiento que tu permitas en mi vida.
Tu voz me guía y respondo. Tu Palabra me habla y la escucho. Tu corazón me invita al lugar de tu reposo y deseo estar allí. Llámame por mi nombre; yo te responderé. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: « “y vio a Jesús que pasaba, y dijo*: He ahí el Cordero de Dios.”» Amén
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.