Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Lucas 8, 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.
Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun aquello que cree tener".
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…
Hoy, Señor Jesús, te suplico, en este momento, en este tiempo de soledad en la oración, que mi vida esté iluminada por tu luz.
Tú eres la “luz del mundo, tú eres la luz de la vida” Tú quieres que este mundo esté iluminado por tu luz.
Todo pecado es oscuridad. Y Tú me mandas ir a quitar del mundo las sombras de la mentira, del egoísmo y de la ambición. Pero yo no puedo iluminar si antes no he sido iluminado por Ti.
Señor, que tu luz me haga ver la luz y ser luz para los demás a través del testimonio de conversión que tú eres mi Señor y Salvador. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra «"Prestad atención a cómo escucháis"» Amén.
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.