
Unos minutos con Dios
SAN JUAN NEPOMUCENO NEUMANN
Nace en Prachatitz (Bohemia, actual Checoslovaquia) el año 1811. Con 40 dólares en el bolsillo parte para EE.UU. en 1836. Fue ordenado sacerdote el 25 de Junio de 1836 en la catedral de San Patricio. Entró en la Congregación del Santísimo Redentor, profesando en Baltimore, el 16 de Febrero de 1842. Es nombrado Superior Viceprovincial de los Redentoristas de EE.UU. en Marzo del año 1847. Es nombrado obispo por Pío IX el 1 de Febrero de 1852 y consagrado el 28 de Marzo en la Iglesia de San Alfonso de Baltimore. Fundó un centenar de Escuelas Parroquiales, fundamento del catolicismo de EE.UU. Llegó a dominar hasta 10 lenguas para mejor atender al apostolado. Fundó una Congregación de Religiosas: Hermanas Terciarias Franciscanas. Gran devoto de la Virgen María y propagador de las obras de San Alfonso. Una tarde invernal, 5 de Enero de 1860, muere en Filadelfia donde era obispo, de un ataque de apoplejía, en la calle Vine. Durante el Concilio Vaticano II, el Papa Pablo VI, rodeado de 40 cardenales, 600 obispos y más de 25.000 fieles, el domingo 13 de Octubre de 1963 lo declaró Beato. El mismo Pablo VI, el 19 de Junio de 1977 lo canoniza.
Empezamos la oración de la mañana: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios. Si es necesario, léala de nuevo usando tu propia Biblia: Evangelio según San Marcos 6, 34-44 En aquel tiempo, al desembarcar Jesús, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando, y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. Cuando ya atardecía, se acercaron sus discípulos y le dijeron: “Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despide a la gente para que vayan por los caseríos y poblados del contorno y compren algo de comer”. Él les replicó: “Denles ustedes de comer”. Ellos le dijeron: “¿Acaso vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?” Él les preguntó: “¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver”. Cuando lo averiguaron, le dijeron: “Cinco panes y dos pescados”. Entonces ordenó Jesús que la gente se sentara en grupos sobre la hierba verde y se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomando los cinco panes y los dos pescados, Jesús alzó los ojos al cielo, bendijo a Dios, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran; lo mismo hizo con los dos pescados. Comieron todos hasta saciarse, y con las sobras de pan y de pescado que recogieron llenaron doce canastos. Los que comieron fueron cinco mil hombres. Oración: dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo de corazón a Corazón; intercede por tu familia… Señor amado, multiplica mis dones para que, esperando y confiando en tu misericordia, crezca mi amor a Ti, a mis hermanos y juntos perseverar en el camino que nos conduce hacia la vida eterna. Señor Jesús, tu alimentaste a cinco mil personas, nos mostraste la generosidad de Dios. Hoy empezando este año 2,021, vengo a clamarte a ti mi Señor, por este mundo que camina como ovejas sin pastor, ten compasión Señor, del mundo entero. Jesús en ti confio. Contempla la Palabra de Dios (en silencio, deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Sintió compasión de ellos, pues eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.» (Marcos 6,34b) Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén. Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.Para Lectura Espiritual
Oh pan suavísimo, sana el gusto de mi corazón, para que sienta la ternura de tu amor. Te suplico, por el misterio de tu santa encarnación y nacimiento, infundas en mi pecho tu inagotable ternura y caridad, para que yo no piense ya en nada terreno o carnal, sino que sólo te ame a ti, en ti sólo piense, a ti sólo desee, sólo a ti tenga en los labios y en el corazón (Juan de Fécamp, Confessio theologica).