Memoria de San Juan María Vianney, Prebítero

August 4, 2021

Unos minutos con Dios

El 4 de agosto celebramos la memoria de san Juan María Vianney, más conocido como “el santo cura de Ars”, que fue proclamado en 1929 patrono de todos los párrocos del mundo.

Nació el 8 de mayo de 1786 en Dardilly, cerca de Lyon. De familia campesina pero muy religiosa, no pudo ir al colegio, pero aprendió muchas oraciones de memoria. A los 17 años sintió la llamada al sacerdocio con lo que empezó un auténtico calvario debido a su bajísimo nivel cultural e intelectual. Y es que, solo gracias al empeño de algunos de sus superiores que vieron en él la auténtica vocación consiguió a duras penas acabar sus estudios y ordenarse sacerdote con 29 años. Enviado a la pequeña aldea de Ars, que contaba con 230 habitantes, fue todo un ejemplo de santidad, volcándose en el servicio al pueblo, a los más necesitados, a los huérfanos, a los enfermos, catequizando a niños y adultos, convirtiendo a muchos con la fuerza de su predicación... Pero si por algo destacó fue por ser un auténtico misionero de la misericordia divina, pasando hasta 16 horas al día en el confesonario. Siendo de origen tan sencillo y humilde, conseguía que llegaran hasta Ars multitudes desde todas partes de Francia para confesar con él y escuchar sus sabios consejos. El martirologio romano dice de él que «durante más de cuarenta años se entregó de una manera admirable al servicio de la parroquia que le fue encomendada; con su ardiente caridad, alimentada en la fuente de la Eucaristía, brilló de tal modo que difundió sus consejos a lo largo y a lo ancho de toda Europa y con su sabiduría llevó a Dios a muchísimas almas». Murió a los 73 años y el santuario que se levantó sobre su tumba recibe, cada año, a 450.000 peregrinos.
Empezamos la oración de la mañana: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios. Si es necesario, léala de nuevo usando tu propia Biblia: Evangelio según San Mateo 15, 21-28 En aquel tiempo, Jesús se retiró a la comarca de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea le salió al encuentro y se puso a gritar: “Señor, hijo de David, ten compasión de mí. Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio”. Jesús no le contestó una sola palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: “Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros”. Él les contestó: “Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel”. Ella se acercó entonces a Jesús y postrada ante él, le dijo: “¡Señor, ayúdame!” El le respondió: “No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos”. Pero ella replicó: “Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”. Y en aquel mismo instante quedó curada su hija. Oración: dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo de corazón a Corazón; intercede por tu familia… Señor, te doy gracias por tu gran amor y tu gran misericordia conmigo porque a pesar de mi poca fe nunca me has dejado solo en los momentos de angustias y dificultades. Jesús, mi Señor, gracias por hacerme ver que con la fe firme y con la insistencia, nada es imposible para Ti. Hijo de David, te pido perdón por las veces en que no he sido paciente contigo, por buscar respuestas inmediatas a mis dificultades, por no saber esperar. Quiero suplicarte Señor, que cada día me ayudes a cultivar mi fe y mi esperanza en ti. Amén Contempla la Palabra de Dios (en silencio, deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.  Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis» (Mateo 7,7). Toma, Señor, y recibe toda mi libertad; Mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; Todo mi haber   y mi poseer. Tú me lo diste y a ti lo regreso; Todo es tuyo; Todo es tuyo dispón tú de ello Según Tu voluntad. Dame Tu amor y Gracia Que éstas me bastan. Amén Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.

Lectura Espiritual

Se echó a sus pies; y grita ¡Señor, hijo de David, ten compasión de mí! Es grande la fe de la cananea, ella verdaderamente cree en la divinidad de Cristo, lo llama Señor y en su humanidad lo llama “hijo de David”. Este título era mesiánico y estrictamente judío, sin embargo, la cananea emplea este calificativo. El acontecimiento de la mujer cananea destaca la fe de esta gentil frente al fariseísmo judío. Y lo que más llama la atención de esta mujer, es su profunda humildad. Ella pide ayuda a Jesús, pero reconoce que no tiene ningún derecho a esta ayuda. Ella lo espera todo, la benevolencia y la misericordia de Jesús. La cananea, nos muestra lo que es tener una fe firme, es además un verdadero ejemplo de paciencia y perseverancias, porque con las cosas de Dios, hay que tener paciencia. Y también esta sufrida mujer, nos enseña a no desanimarnos cuando parece que Dios no atiende de inmediato nuestras peticiones.

Latest Posts

Lunes de la VII semana de Pascua

"¿De veras creen?
June 2, 2025

Solemnidad de la Ascensión del Señor

"la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados."
June 1, 2025

Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María

¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?
May 31, 2025

Viernes de la VI semana de Pascua

"pero su tristeza se transformará en alegría."
May 30, 2025

Jueves de la VI semana de Pascua

‘Me voy al Padre’
May 29, 2025
Subscribe to Blog
  •  
  • 1 of 606
Designed & Powered by On Fire Media |