
Unos minutos con Dios
Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María
Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye estos nombres a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: “El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.
Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: ‘Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?’ El amo les respondió: ‘De seguro lo hizo un enemigo mío’. Ellos le dijeron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’ Pero él les contestó: ‘No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero’ ”.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Dios de amor y misericordia, te doy gracias por la vida de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús. Ellos supieron confiar en tu voluntad aun en medio de la espera y el silencio, y tú los colmaste con la gracia de ser parte del plan de salvación. Que su ejemplo de fe firme, de oración constante y de entrega silenciosa me inspire a vivir con esperanza, aun cuando no comprenda tus tiempos ni tus caminos.
Señor, por intercesión de San Joaquín y Santa Ana, te pido por todos los abuelos y padres del mundo, para que sepan transmitir la fe con ternura, paciencia y alegría. Ayúdame también a honrar a quienes me han precedido, reconociendo en ellos tu presencia y tu amor. Que como ellos, sepa preparar el corazón de los míos para recibirte con pureza y confianza. Amén.
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «"San Joaquín y Santa Ana, rueguen por nosotros."» Amén
Ave María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén