
Unos minutos con Dios
Santos Andrés Düng-Ląc y compañeros (siglo XVI)
Mártires vietnamitas del siglo XVI canonizados por san Juan Pablo II. El anuncio del Evangelio en las regiones del Vietnam fue recibido con alegría por mucha gente. Esta aceptación fue probada pronto con la persecución y muchos fueron los mártires en los siglos siguientes. El grupo que celebramos hoy está compuesto por noventa y seis vietnamitas, once misioneros dominicos españoles y diez franceses.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Lucas 21, 1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir".
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor Jesús, al contemplar la escena de la viuda pobre que ofrece sus dos moneditas en el templo, me lleno de admiración por su entrega total, que supera la generosidad de los ricos que dan de su sobrante. Ayúdame a imitar su corazón desprendido, reconociendo que Tú valoras no la cantidad de lo que ofrezco, sino el amor con el que lo doy, incluso en mi propia pobreza y limitaciones. Que esta fe sencilla me impulse a entregarte todo lo que soy y tengo para vivir, confiando en tu providencia infinita, y a vivir cada día con una generosidad que refleje tu misericordia hacia los más necesitados. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «"Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir."» Amén
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén



