Unos minutos con Dios.
San Pío de Pietrelcina
Nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, Italia. En 1903 entró en el noviciado de la orden de los Frailes Menores Capuchinos. El 27 de enero de 1907 hizo la profesión solemne. Fue ordenado sacerdote en 1910. Por motivos de salud permaneció con su familia hasta 1916. En septiembre del mismo año fue enviado al convento de San Giovanni Rotondo y permaneció allí hasta su muerte. Toda su vida se dedicó a la dirección espiritual, la confesión y la celebración de la Eucaristía. Fundó en 1956 la «Casa del alivio del sufrimiento». Estigmatizado, soportó los dolores de sus llagas con admirable serenidad. Aceptó con profunda humildad y resignación investigaciones y restricciones en su servicio sacerdotal. Murió el 23 de septiembre de 1968. San Juan Pablo II lo beatificó en 1999 y lo canonizó el 16 de junio de 2002.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Evangelio según de San Lucas 9, 7-9 En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía: “A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?” Y tenía curiosidad de ver a Jesús. Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia……..Quédate conmigo, Señor, porque es necesario que estés presente para que no te olvide. Ya sabes lo fácil que te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y necesito tu fuerza para no caer tan a menudo.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida, y sin ti, no tengo fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz, y sin ti, estoy en tinieblas.
Quédate conmigo, Señor, para que escuche tu voz y te siga.
Quédate conmigo, Señor, porque deseo amarte mucho y estar siempre en tu compañía.
Quédate conmigo, Señor, si deseas que te sea fiel. Amén (SCDE)
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «San Pío, ruego por nosotros» AménTomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro: disponed de ello según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.
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