Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Lucas 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús fue a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas, porque hablaba con autoridad.
Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo y se puso a gritar muy fuerte: "¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé que tú eres el Santo de Dios".
Pero Jesús le ordenó: "Cállate y sal de ese hombre". Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la gente, y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se decían unos a otros: "¿Qué tendrá su palabra? Porque da órdenes con autoridad y fuerza a los espíritus inmundos y éstos se salen". Y su fama se extendió por todos los lugares de la región.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia …….
Señor hoy nos demuestras una vez más, el poder que tienes para someter a los espíritus del mal. A pesar de que el enemigo esta derrotado, este sigue engañando a muchas almas para que se pierdan y no logre llegar a Ti. Tú que venciste al mal, protégenos con tu gracia y ruega por nosotros para que no seamos engañados y confundidos a la hora de las tentaciones Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Dirijó la mirada hacia los montes: ¿de dónde me llegará ayuda? Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. » (Sal 121 :1-8) Amén
No deja que tu pie dé un paso en falso, no duerme tu guardián;
jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel.
El Señor es tu guardián y tu sombra, el Señor está a tu diestra.
Durante el día el sol no te maltratará, ni la luna de noche.
Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma.
El te guarda al salir y al regresar, ahora y para siempre. Amén.
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