Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Mateo 8, 23-27
En aquel tiempo, Jesús subió a una barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero él estaba dormido. Los discípulos lo despertaron, diciéndole: “Señor, ¡sálvanos, que perecemos!”
Él les respondió: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?” Entonces se levantó, dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados, decían: “¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?”.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor y Padre mío, que hermoso es saber que tu estas en control cuando las tormentas de la vida se imponen. Perdona mi falta de confianza en ti, cuando al igual que los apóstoles, me desespero y corro a que me auxilies.
Quiero y deseo tu gracia para mantenerme en paz… aun cuando las olas y tempestades aparecen en mi vida. No hay situaciones difíciles e inesperada que tu no sepas o permitas para mi bien.
Aumenta la fe en mi Señor, para encontrar descanso y paz aun en medio de la tempestad. Que mi fe y esperanza en tu presencia aumente para que tu voluntad y los frutos que me has destinado lleguen a mi socorro a su debido tiempo. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra.» Sal 129, 5
Toma, Señor,
y recibe mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad,
todo mi haber y mi poseer.
Tú me lo diste,
a Ti, Señor, lo torno;
todo es tuyo;
dispón de ello
conforme a tu voluntad.
Dame tu amor y gracia,
que esto me basta.
Amén.