Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Evangelio según de San Juan 16, 5-11 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿A dónde vas?’ Es que su corazón se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré. Y cuando él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído en mí; de justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes; de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado”. Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…….. Espíritu Santo, ven y abraza mi corazón y llénalo de tu amor. Escucha mis súplicas y envía sobre mí tus dones. Espíritu de bondad te ruego me llenes del don de piedad, para practicar con todos la justicia. Espíritu Omnipotente, te ruego me colmes de fortaleza para perseverar en el camino hacia ti. Amén Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Señor, tu amor perdura eternamente» (Salmo Responsorial) AménGloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Para las lecturas del dia, por favor vaya aquí.Para la Lectura Espiritual
¿Quién eres, dulce luz que me inundas alumbrando las tinieblas de mi corazón?... ¿Eres Tú el Arquitecto que construye la catedral eterna, que se levanta de la tierra hasta el cielo? Animadas por Ti, se yerguen las columnas a las alturas cimentadas, firmes, inamovibles (Ap 3,12). Marcadas con el nombre del Dios eterno buscan la luz, sostienen la cúpula que corona y perfecciona el edificio, tu obra que abarca al mundo entero: ¡Espíritu Santo – mano creadora de Dios!...
¿Eres Tú el dulce cántico de amor, del temor santo que resuena en el trono de la Trinidad (Ap 4,8), en unión esponsal con todo lo que es? la melodía jubilosa, al unísono que conduce cada miembro hacia la Cabeza (Ef. 4,15), donde cada ser recobra el sentido misterioso de si mismo y jubiloso se derrama en corriente libre, desligada: ¡Espíritu Santo – júbilo eterno!