July 12, 2021

Unos minutos con Dios
Empezamos la oración de la mañana: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios. Si es necesario, léala de nuevo usando tu propia Biblia: Evangelio según San Mateo 10, 34- 11, 1 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “No piensen que he venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra. He venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos de cada uno serán los de su propia familia. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí, la salvará. Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado. El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo. Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa’’. Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades. Oración: dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo de corazón a Corazón; intercede por tu familia… Señor, ten piedad de mí, porque algunas veces considero que la cruz es como algo que me aplasta, o como símbolo de las dificultades del día a día que yo experimento. Señor, ayúdame a recordar que Tú cargas la Cruz conmigo durante todas mis luchas. Señor, fortalece y refirma mi corazón orante para caminar e ir avanzando en la fe contigo en la alegría del anuncio del Evangelio. Hoy la fe en tí es una necesidad vital para todos los hombres y mujeres creyentes, ayúdame Señor bendito que mi fe en ti fluya y sea compartida con mis hermanos y hermanas reconociendo Tu rostro en el pobre, en el que sufre, en el necesitado, y llegar a ellos con el mismo amor incondicional con que Tú me amas… Jesús en ti confío. Contempla la Palabra de Dios (en silencio, deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy. Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Dichosos los perseguidos por hacer la voluntad de Dios, porque de ellos es el Reino de los Cielos» (Mateo 5,10). Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ˇOh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén Para las lecturas del día, por favor vaya aquí.Lectura Espiritual
Estas duras palabras de Jesús sólo pueden ser entendidas a la luz de nuestra experiencia de vida: las veces que tenemos que enfrentar las opciones dramáticas de las que habla Jesús. Nosotros sabemos que hay momentos en que duras opciones necesitan ser tomadas; momentos para asegurar que aún podemos llamarnos discípulos de Jesús; momentos de desencuentros familiares. ¿Quiero yo salvar mi vida o perderla? ¿Estoy yo listo a perderla, o me agarro a ella por miedo a perderla? Esta es quizá la condición básica para el discipulado, y no hay obediencia moralista o perfecta, a ninguna ley o sistema de leyes que lo reemplace. Suplico insistentemente por la gracia de la libertad interior real, y por el coraje de ser fiel a Dios y a mi llamado de ir a evangelizar.