February 21, 2018

La caída de la tarde es momento adecuado para revisar la jornada con la mirada de Dios sobre nuestra persona y las acciones del día que termina. Pidamos además, perdón al Señor por todo lo que haya sido vivido en su presencia, en el amor.
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén