
Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Pero Herodes decía: "A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?" Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…
Padre amado, hoy medito en Herodes y su curiosidad superficial, una curiosidad que no lo llevó a la fe, sino a la confusión y al deseo de ver un espectáculo. Te pido, Señor, que me des un corazón y una mente diferentes. Que no me deje llevar por las apariencias o por lo que el mundo dice de Ti. Líbrame, Dios mío, de la indiferencia que encubría el miedo de Herodes, de la dureza de corazón que le impidió reconocer al Mesías.
Concédeme, por favor, un verdadero entendimiento, una sed profunda por conocerte a Ti, no por capricho o mera curiosidad, sino por un deseo genuino de encontrar la verdad y la vida en tu Hijo, Jesús. Que no me quede solo en el "quién será", sino que mi búsqueda me lleve a reconocerte y a rendirme ante Ti, abriendo mi corazón a tu Reino, en vez de cerrar mi espíritu como hizo Herodes. Amén.
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «"Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor."» Amén
La Coraza de San Patricio
Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo tras de mí,
Cristo en mí,
Cristo bajo mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo hombre
que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo hombre
que hable de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me escucha.