Unos minutos con Dios
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Pero Herodes decía: “A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?” Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…….
¿Qué te aprovecha disputar altas cosas de la Trinidad, si careces de humildad, por donde desagradas a la Trinidad?
Por cierto, las palabras subidas no hacen santo ni justo, mas la virtuosa vida hace al hombre amable a Dios.
Más deseo sentir la contrición que saber definirla.
Si supieses toda la Biblia a la letra y los dichos de todos los filósofos, żqué te aprovecharía todo sin caridad y gracia de Dios?
Vanidad de vanidades y todo vanidad (Ecl 1,2), sino amar y servir solamente a Dios.
Suma sabiduría es, por el desprecio del mundo, ir a los reinos celestiales.
Vanidad es, pues, buscar riquezas perecederas y esperar en ellas.
También es vanidad desear honras y ensalzarse vanamente.
Vanidad es seguir el apetito de la carne y desear aquello por donde después te sea necesario ser castigado gravemente.
Vanidad es desear larga vida y no cuidar que sea buena.
Vanidad es mirar solamente a esta presente vida y no prever lo venidero.
Vanidad es amar lo que tan presto se pasa y no buscarcon solicitud el gozo perdurable.
Acuérdate frecuentemente de ese dicho de la Escritura: No se harta la vista de ver ni el oído de oír (Ecl 1,8).
Procura, pues, desviar tu corazón de lo visible y traspasarlo a lo invisible, porque los que siguen su sensualidad manchan su conciencia y pierden la gracia de Dios. Amén (Tomás de Kempis). (SCDE)
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Y buscaba una ocasión para conocerlo.». Amén
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén