Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Mateo 9, 1-8
En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaúm, su ciudad.
En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados".
Al oír esto, algunos escribas pensaron: "Este hombre está blasfemando". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir 'Se te perdonan tus pecados', o decir 'Levántate y anda' Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, –le dijo entonces al paralítico–: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
El se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los hombres.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Señor Jesús, te alabo por tu gran poder y amor por nosotros. Tomo esta oportunidad para elevar en oración ante ti a mis familiares, hijos y amigos que en estos momentos están padeciendo de dolencias y enfermedades físicas. También levanto a esos hijos tuyo, que sufren por una parálisis total en sus vidas espiritual.
Con fe, confianza y gran esperanza los pongo ante ti para que tú te ocupes de ellos y los sanes. Señor, yo creo en tu infinito poder y creo que tú puedes hacer maravillas, ¡aún para aquellos que no creen!”
En tus manos los encomiendo a tu Espíritu. Ocúpate de ellos Señor. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación.» 2 Cor 5, 19
Toma, Señor,
y recibe mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad,
todo mi haber y mi poseer.
Tú me lo diste,
a Ti, Señor, lo torno;
todo es tuyo;
dispón de ello
conforme a tu voluntad.
Dame tu amor y gracia,
que esto me basta. Amén.