Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Marcos 3, 7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, seguido por una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de Judea y Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón, habiendo tenido noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde él estaba. Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran una barca para subir en ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto de aplastarlo. En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los que padecían algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando los poseídos por espíritus inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”. Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia…….
Hoy Señor te reconozco como mi único Rey y Señor, te pido una fe humilde y gozosa,
grande y profunda, una fe valiente para reconocerte en las dificultades de mi vida. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: ‹‹En el Señor confió y nada temo›› Amén
Reflexión
En este evangelio escrito por San Marco, Jesús enfrenta múltiples personas, que lo siguen desde diferentes lugares, buscando desesperadamente curación y Consuelo. El Señor motivado por su gran Corazón, sana a los enfermos y expulsa a los demonios, sin embargo, esta popularidad de Jesús le hace enfrentar grandes desafíos de cumplir con la misión de Dio, por el agobio y la multitud que lo seguía.
En este evangelio también podemos ver como los poseídos hablaban con certeza quien era Jesús, El hijo de Dios.
Esto nos dice que nosotros los seguidores de Cristo, debemos reconocer a Jesús, aun mas en todas las señales y circunstancias de nuestra vida.
Para las lecturas del día oprime aquí.
¡Señor, danos sacerdotes! ¡Señor, danos sacerdotes santos! ¡Señor, danos muchos y muy santos sacerdotes! ¡Señor danos muchas y muy santas vocaciones religiosas!
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