

Unos minutos con Dios.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia: Carta II de San Pablo a los Corintios 4,7-15. Hermanos: Llevamos un tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza tan extraordinaria proviene de Dios y no de nosotros mismos. Por eso sufrimos toda clase de pruebas, pero no nos angustiamos. Nos abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no vencidos. Llevamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en nuestro cuerpo, para que en este mismo cuerpo se manifieste también la vida de Jesús. Nuestra vida es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De modo que la muerte actúa en nosotros, y en ustedes, la vida. Y como poseemos el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto de la Escritura: Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y por eso hablamos, sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también a nosotros con Jesús y nos colocará a su lado con ustedes. Y todo esto es para bien de ustedes, de manera que, al extenderse la gracia a más y más personas, se multiplique la acción de gracias para gloria de Dios. Salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 R. Entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces la lengua de cantar. R. Entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. Hasta los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!" Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R. Entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. R. Entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas.. R. Entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. Evangelio según San Mateo 20,20-28. En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella respondió: "Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino". Pero Jesús replicó: "No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?" Ellos

Santiago Apóstol
Patrono de España. Nació en Betsaida; era hijo de Zebedeo y hermano del apóstol Juan. Jesús, pasando junto al lago de Galilea, vio a los dos hermanos, que estaban repasando las redes, y los llamó a su seguimiento. Junto con su hermano y Pedro, Santiago fue uno de los tres discípulos más cercanos a Jesús, en la curación de la hija de Jairo (Mc 5,37), en la Transfiguración (Mt 17,1), en Getsemaní. Por su carácter pronto e impetuoso, el Señor le impuso a él y a su hermano el sobrenombre de «hijos del trueno» (Mc 3,17). De los tres discípulos más amados del Señor, Pedro representa la Fé, Juan el Amor y Santiago la Esperanza. Fue decapitado por Herodes Agripa en Jerusalén el año 44. Desde la antigüedad está muy difundida la persuasión de que Santiago predicó el Evangelio en los confines de Occidente, o sea, en España, y de que sus discípulos recogieron sus restos en Jerusalén y vinieron a enterrarlos en lo que hoy es Compostela. Su sepulcro, a lo largo de la Edad Media y hasta nuestros días, es meta de innumerables peregrinaciones de toda la Cristiandad.