Unos minutos con Dios.
Fiesta de San Andrés Apóstol.
Andrés, nacido en Betsaida, fue primeramente discípulo de Juan Bautista, siguió después a Cristo y le presentó también a su hermano Pedro. Él y Felipe son los que llevaron ante Jesús a unos griegos, y el propio Andrés fue el que hizo saber a Cristo que había un muchacho que tenía unos panes y unos peces. Según la tradición, después de Pentecostés predicó el Evangelio en muchas regiones y fue crucificado en Acaya.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Mateo 4, 18- 22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y los haré pescadores de hombres”. Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
También hoy el seguimiento de Jesús mediante la experiencia de una compañía, de una auténtica amistad humana, es extremadamente positivo; puede favorecer la decisión, la adhesión y la perseverancia. Tal vez el mundo contemporáneo tenga también necesidad de este testimonio, un testimonio con el que los seguidores de Jesús muestran que son capaces de valorar todo lo que hay de bueno y santo en las relaciones amistosas.
La prontitud con la que los primeros discípulos de Jesús siguen a su maestro merece asimismo una atención especial. Decir prontitud significa desprendimiento de todo lo que puede lentificar el paso hacia Jesús, sobre todo de aquello que, en cierto modo, podría despistarnos del camino emprendido. Decir prontitud significa también la voluntad de establecer un atraque fuerte y decisivo en Jesús, único fin de nuestra propia vida, único destinatario de nuestro propio amor. Por eso, decir prontitud significa radicalidad evangélica; con ella, todo resulta bello y ligero al final; sin ella, todo resultaría fatigoso e insoportable en cada instante. Amén (SCDE)
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «“si proclamas con tu boca que Jesús es el Seńor y crees con tu corazón que Dios lo ha resucitado de entre los muertos, te salvarás.” » Amén Romanos 10,9
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén
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