
Unos minutos con Dios
Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
Miguel, fuerte protector de la Iglesia contra las asechanzas del Maligno. Su nombre indica su fidelidad ilimitada y su celo por la gloria de Dios en el combate librado contra los ángeles rebeldes a Dios. Gabriel, mensajero de Dios, anunció a María y al mundo la inauguración de los tiempos mesiánicos. Rafael, medicina de Dios, compañero de ruta de la Iglesia, que peregrina todavía por este mundo. Su nombre evoca su misión de médico y compañero de viaje del joven Tobías
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según Evangelio San uan 1, 47-51
En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: "Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Natanael le preguntó: "¿De dónde me conoces?" Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera". Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después añadió: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Amados Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, con humildad y fe, elevo mi oración a ustedes, pidiéndoles su protección, guía e iluminación. Amén
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «"Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel"» Amén
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén