Unos minutos con Dios.
Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
Miguel, fuerte protector de la Iglesia contra las asechanzas del Maligno. Su nombre indica su fidelidad ilimitada y su celo por la gloria de Dios en el combate librado contra los ángeles rebeldes a Dios. Gabriel, mensajero de Dios, anunció a María y al mundo la inauguración de los tiempos mesiánicos. Rafael, medicina de Dios, compañero de ruta de la Iglesia, que peregrina todavía por este mundo. Su nombre evoca su misión de médico y compañero de viaje del joven Tobías.
Empezamos la oración de la mañana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Lee y medita la Palabra de Dios, si es necesario léala de nuevo, usando tu propia Biblia:
Evangelio según San Juan 1, 47-51
En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: “Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez”. Natanael le preguntó: “¿De dónde me conoces?” Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera”. Respondió Natanael: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel”. Jesús le contestó: “Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver”. Después añadió: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Oración, dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, intercede por tu familia ……
Delante de los ángeles tañeré para ti. (Salmo 138 (137), 1)
¿Por qué razón la Iglesia aparta un día de fiesta especial para los santos arcángeles? En la meditación matutina de esta misma fecha, pero en 2017, el Papa Francisco nos dio la respuesta: “Hoy celebramos el día de tres de estos arcángeles porque han tenido un papel importante en la historia de la salvación. Y conmemoramos a estos tres porque también tienen un papel importante en nuestro camino hacia la salvación.” Analicemos ahora a cada uno de ellos.
El Papa Francisco dijo que San Miguel es “el que hace la guerra al diablo,” como se describe en el libro del Apocalipsis (12, 7-12). El diablo “molesta en nuestra vida: siempre busca seducir, como sedujo a nuestra madre Eva.” San Miguel “nos ayuda a hacerle la guerra, a no dejarnos seducir por este espíritu maligno que nos engaña con seducciones.”
San Gabriel, “es el que lleva las buenas nuevas.” Así como llevó las buenas noticias de salvación a Zacarías, María y José, así es el mensajero de salvación para nosotros también. “Con tantas noticias malas o tantas noticias que no tienen sustancia, olvidamos la buena nueva, aquella del Evangelio,” dijo el Santo Padre. “Gabriel [es] quien nos recuerda esto.”
Finalmente, San Rafael es el que “nos toma de la mano y camina con nosotros, nos ayuda en tantas cosas que suceden en el camino.” Él es nuestro “compañero de camino,” dijo el Papa Francisco. Así como guio los pasos de Tobías en su difícil camino (Tobit 5–13), así también guía nuestros pasos. Debemos pedirle que nos ayude a no ser “seducidos para dar el paso equivocado, equivocarse de camino.”
Los arcángeles son santos y poderosos, pero como señaló el Papa Francisco, nuestra vocación es muy similar a la de ellos: Servir al Señor, alabarlo y contemplar su gloria.
Hoy, invoquemos juntos a estos poderosos siervos de Dios y pidámosles que intercedan por nosotros. ¡Al defendernos en la batalla, recordarnos las buenas noticias y acompañarnos por nuestro camino, ellos nos están ayudando a cumplir con esta maravillosa vocación a la cual hemos sido llamados!
“¡Bendigan al Señor, ángeles poderosos! Ustedes que cumplen sus órdenes...(Salmo 103 (102), 20). Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, ¡rueguen por nosotros!” Amén (Extracto de LPEN)
Contempla la Palabra de Dios (en silencio deja actuar en ti al Espíritu de Dios). Actúa y conserva la Palabra en tu vida hoy.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Bendigan al Señor todos sus ángeles, poderosos ejecutores de sus órdenes, prontos a obedecer su palabra.» Amén (Sal 103(102), 20)
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.
Reflexión
“Miguel, ayúdanos en la lucha; cada uno sabe qué lucha tiene en su propia vida hoy, cada uno de nosotros conoce la lucha principal, la que hace arriesgar la salvación. Ayúdanos, Gabriel, tráenos noticias, tráenos la buena nueva de la salvación, que Jesús está con nosotros, que Jesús nos ha salvado y danos esperanza. Rafael, tómanos de la mano y ayúdanos en el camino para no equivocarnos de rumbo, para no quedarnos parados: siempre caminar, pero ayudados por ti”.
Papa Francisco