July 17, 2020
Señor Jesús: Tú compartiste nuestra vida humana, alegrías y penas, y, sin acusarnos, por amor, cargaste con la responsabilidad de nuestras culpas para redimirnos. Ayúdanos a seguir tu ejemplo desde nuestra situación de pecadores redimidos. Ante Ti, Señor, nos sentimos sinceramente responsables de un mundo al que pertenecemos, que estamos contribuyendo a forjar, y con el que estamos comprometidos especialmente por tu amor. Avergonzados de nuestras obras, fruto del olvido o rechazo culpable de tus enseñanzas, te pedimos perdón y ayuda.
Perdón, Señor, perdón
– Por los sacrilegios, robos y blasfemias contra la Sagrada Eucaristía, – Por tantos lugares del mundo donde los sacerdotes y fieles no pueden celebrar libremente la Santa Misa o se ven obligados a hacerlo en secreto por persecución. – Por las faltas de respeto e impiedad en las iglesias y ante el Sagrario – Por la dejadez y abandono al dejar de asistir a la Santa Misa dominical – Por la omisión en tantos bautizados al rechazar la confesión y comunión por Pascua – Por las faltas de inconsciencia en familiares de personas moribundas al dejar que fallezcan sin la asistencia de los sacramentos – Por la despreocupación respecto de la primera y frecuente Comunión de los niños – Por las comuniones tibias y frías – Por las comuniones sacrílegas – Por los sacerdotes que celebran la Santa Misa en condiciones personales inadecuadas, o por enseñar una vida litúrgica y eucarística contraria a la que manda la Iglesia – Por la conciliación de la Misa y la recepción de la Sagrada Comunión con vidas incoherentes y vacías de fervor, – Por la persecución sistemática, violenta o solapada, de los sacerdotes, fieles y personas cristianas que confiesan su Fe en Cristo. Oración: Señor nuestro, Jesucristo, que has querido permanecer en el Sacramento hasta la consumación de los siglos para dar a tu Padre una gloria infinita y a nosotros el aliento de la inmortalidad; que te has expuesto a todos los ultrajes de los impíos antes de abandonar a tu Iglesia; concédenos la gracia de llorar con verdadero dolor los ultrajes y descuidos que cometen los hombres contra el mayor de los sacramentos, danos celo eficaz para reparar los oprobios que has sufrido en este misterio inefable. Tú que vives y reinas con Dios Padre, en unión del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.